En mi primera formación en Zuhaizpe, Karmelo nos pidió que compartiéramos con una palabra o una frase qué nos llevábamos de aquel primer encuentro. En mi caso compartí que asistir a aquella clase había sido para mí sentir internamente la emoción calmada del que llega por fin al lugar que lleva tiempo buscando y cuando lo encuentra, siente: “ES AQUÍ. HE LLEGADO".

Un viaje precioso de conocimiento de la mano del que ha viajado algunos tramos del camino más que tú y comparte su verdad desde la experiencia, el cuerpo y el corazón.
Ojalá todos los profesionales que nos dedicamos a acompañar tengamos en un momento u otro la valentía de asomarnos con respeto a miradas distintas (“distintas pero no distantes”, como diría Karmelo) para sumar y crear una nueva medicina llena de luz, amor y verdad.